Comunicados/Artículos

Alerta Civico Ambiental a OXY, DUTEMP, Centro Energetico en Panamá
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Alerta Civico Ambiental a OXY, DUTEMP, Centro Energetico en Panamá
Oilwatch Panamá: Pronunciamiento ante Cumbre de la OEA
Petroterminales, Refineria de OXY y Derrame
Derrame Petrolero Chiriqui Grande
Costas y Conflictos Socioambientales en el Istmo
Llamado de Oilwatch Panamá al Foro Americalatina-Unión Europea sobre Energías Renovables

Alerta Cívico Ambiental frente a la Refinería de OXY, Dutemp, y Centro Energético de las Américas

Vigilancia Cívico Ambiental Frente al Desarrollo del Hub Energético en Panamá

En no pocas ocasiones Oilwatch Panamá ha evidenciado y documentado el alto costo ambiental del desarrollo de la industria petrolera en el país y la destrucción que ella significa sobre nuestra escala socioecológicas.   Esta situación ha sido patente en el reciente derrame de crudo en la Laguna de Chiriquí Grande, donde la productividad de las principales especies de crustáceos que hacen parte del intercambio en la economía local de esa zona se han visto seriamente afectadas. Como otro ejemplo, la zona de Tanquería de Almacenamiento de la empresa DECAL Panamá en Isla Taboguilla, frente a isla Taboga, ha venido produciendo un deterioro sobre el ecosistema costero, ya los moradores de Taboga han denunciado los vertidos de hidrocarburos que se producen desde la instalación de esa zona libre de petróleo.

En la 37 Asamblea General de la OEA en Panamá, con el tema central de "Energía para el Desarrollo Sostenible", Oilwatch Panamá, expresó en comunicado público su preocupación por la profundización en el país de una política energética orientada a la depredación de nuestros recursos naturales, productivos y sociales en función de la demanda transnacional de energía, reiterada en el documento oficial Política Nacional de Hidrocarburos y Energías Alternativas de 2005 y cuyo principal consiga oficial es convertir al país en un Hub Energético, es decir, una zona de enlace energético con el resto de las regiones del continente y la economía global.

Los ideales oficiales vendrán a agravar la realidad de impactos ambientales visibles de la sociedad petrolera en Panamá como los generados por el aumento de la flota vehicular de ciudades aledañas a las zonas de tránsito interoceánico (metropolitanas) que consumen más del 60% de los derivados que el país consume, la que gran parte está constituida por vehículos con más de 5 años en circulación, lo cual produce una contaminación del aire que supera los índices planteados por la Organización Mundial de la Salud(OMS), marcado 1,403 micrográmos (mmg)   por metro cúbico(óxido de nitrógeno, monóxido de carbono, óxido de azufre, y partículas en suspensión), cuando el límite de la OMS es de 260 mmg3 (Universidad de Panamá, Informe 2006. Centro de Análisis). La misma dinámica del transporte interoceánico que trasiega, almacena y comercia hidrocarburos ha producido mas de 300 derrames y vertidos   que hacen que la contaminación de nuestras Costas ronde los 2.8 mg/L hasta 7.5 mg/L, niveles de contaminación por encima de los estándares internacionales permisibles (ANAM, URS Holdings, Inc. Estudio Científico y Técnico, Aguas Marinas y Costeras. Enero del 2005).  

En Panamá cada dos semanas los precios de la gasolina, diesel y gas butano suben y bajan pero la tendencia es hacia su paulatino incremento. Esto ha generado un impacto inflacionario muy negativo para los sectores asalariados panameños.

Así como mercado de la energía eléctrica, la idea de que el aumento del refinamiento, almacenamiento y trasiego de crudo en el país abaratará los costos es totalmente falsa, porque el capital es privado y no estatal, y el Hub energético es una necesidad planteado por la economía transnacional petrolera que cada día engulle más hidrocarburos. Lo que si no deja de ser cierto es que el Hub Energético solo viene a dejar graves impactos ambientales al país.

Fuera de la alta especulación internacional de los precios de crudo, en nuestro país empeora la situación la estructura oligopólica del sector energético, que también es una constante transversal en el modelo económico panameño por las características corsarias del Estado y   el capital financiero, hacen que plantear cualquier medida jurídico-políticas de reorganización del sector sean una herejía.

Por tal razón para el movimiento social panameño es obvio entonces que solo la renacionalización del sector energético puede ser una solución razonable, pues a   partir de la privatización del mismo en la década de los 90, este es uno de los factores productivos emblemáticos que ha venido a depauperar más la situación de los asalariados y grupos marginales.

Es preocupante que el gobierno sigua vendiendo como desarrollo el hecho de que se asienten en el país transnacionales con grandes proyectos de refinerías, almacenamiento y trasiego, uno en Puerto Armuelles, Provincia de Chiriquí a manos de la tristemente celebre transnacional norteamericana Occidental Petroleum (OXY). En Maria Chiquita, Provincia de Colón, otra transnacional norteamericana, la Dutemp Corporation, en asocio con otras transnacionales. Se suma a esta dinámica la empresa Centro Energético de las Américas con su proyecto de Maria Chiquita a las islas Taboga o a Taboguilla. Estas obras por donde se planteen afectarán seriamente estratégicas áreas protegidas, lugares de convivencia socioeconómica y cultural de nuestras comunidades, destruyendo aun más el potencial productivo real del país.

Reiteramos, como lo hemos hecho tantas veces, gran preocupación porque a pesar de que el Estado Panameño oficialmente no ha evaluado cuantitativa y cualitativamente los impactos ambientales de la industria petrolera de trasiego, almacenamiento y refinación de los últimos cuarenta años planté ahora potenciar al país en un Hub Energético Regional. Lo cual revela un significativo grado de irresponsabilidad en la gestión ambiental.

Oilwatch, a lo largo de más de diez años ha sido testigo alrededor del mundo como la industria petrolera traga, destruye pueblos y sus ecosistemas y deja mayores índices de pobreza y grandes trabas para el desarrollo sustentable de las sociedades. No queremos que las islas de Taboga, Taboguilla, ni aledañas, ni la bahía de Charco Azul, ni las costas de María Chiquita, ni ningún otro lugar del país y su gente sufra ese terrible destino.

Por ello es para nosotros un deber cívico ambiental hacer un llamado urgente a los ciudadanos y ciudadanas, a los movimientos sociales, comunales y ambientalista del país, a desarrollar y coordinar esfuerzos para no permitir que nuestro país se constituya en una victima del hub energético, parte de ese desarrollo depredador, que es pan para hoy -y para algunos-, y hambre para todos en el mañana.

Oilwatch Panamá

Noviembre 2007

 

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